Suma Cruz: "Sueñas, luego existes"

Érase una vez una niña que siempre quiso contar el cuento más bonito jamás contado. De pequeña jugaba en el taller de joyería de su abuelo mientras, en su imaginación, construía mundos oníricos protagonizados por hadas, libélulas, helechos, insectos y flores. Pasaron los años y esa niña, que nunca ha dejado de serlo, convirtió con trabajo, paciencia y su toque de magia personal todos esos sueños en joyas únicas que reflejan el imaginario creativo de la diseñadora de joyas Susana Cruz.

La entrevistamos en su taller de Madrid, en una sala de cuento de hadas, donde los espejos, los tules de novia, los tocados, las joyas, las flores y el mobiliario antiguo nos transportan a una dimensión en la que el tiempo y la realidad se diluyen y donde Susana y su niña interior son capaces de seguir imaginando, jugando y creando sus joyas soñadas.

¿Quién es Suma Cruz?
Suma Cruz soy yo, Susana Cruz,  y un equipo enorme que trabaja conmigo. Yo diseño las joyas y gestiono mi empresa y mi marca pero mi equipo es quien realiza esos diseños.

¿Cómo das el paso de Susana Cruz a Suma Cruz?
Pues con mucha paciencia y trabajo. Estudié historia y diseño de moda. En esa época trabajé en una ONG y me dedicaba a viajar a países como Guinea o Brasil para ayudar a mujeres a montar sus propios talleres de ropa. Me pasaba seis meses al año fuera de casa. Luego trabajé durante dos años como estilista de moda para revistas como Vogue o Marie Claire pero siempre había querido diseñar joyas y me lancé a la piscina en 2008 empezando a diseñar en mi casa tocados de novias para mis amigas. La demanda fue creciendo y monté mi taller, donde estuve durante 10 años y, en marzo de 2021, me trasladé a mi taller actual, en la calle Claudio Coello.

¿Por qué la joyería?
Mi abuelo paterno era joyero y yo he vivido ese ambiente desde pequeña. Iba a su taller y veía todas las joyas, las piedras, las perlas... Era un mundo fascinante para mí. La joyería lo que tiene es que las joyas en realidad son pequeños amuletos. Mis primeros anillos me los regaló mi abuela y eran de la India y desde siempre, cuando los llevo, me han transportado a ese país. Hay una energía en las joyas. Para mí, la joya como accesorio, es mucho más importante que la propia prenda que uno lleva.

¿Entonces para ti lo accesorio es lo principal?
Totalmente. Desde pequeña tenía fijación por las joyas y me encanta ponerme y combinar muchas joyas. Aquello de “menos es más” no va con mi estilo ni con mi manera de ser.

¿Te consideras una soñadora?
Sí. Tengo una fantasía desbordante y mi lema podría ser perfectamente: “Sueñas, luego existes”. A pesar de tener 40 años me sigo considerando una niña. Disfruto más visitando un parque de atracciones o viendo una película infantil que haciendo otras cosas. Por ejemplo, me siento muy identificada con todo el imaginario que aparece en “El Laberinto del Fauno”. Yo siempre me veo como esa niña que vive dentro de su cabeza una fantasía diferente a su realidad.

Dices que hay que vivir con los pies en la tierra, el corazón contento y la cabeza en las nubes. ¿Cómo lo consigues?
Tengo familia con 3 niños pequeños y ellos son los que me ayudan a mantener los pies en la tierra. El corazón contento es la suerte de trabajar en aquello que me apasiona y la cabeza en las nubes la tengo siempre, de hecho soy muy despistada, jaja

¿Qué tipo de estética te gusta y te inspira?
Me encanta la historia, las cosas decadentes, la naturaleza, los insectos como las libélulas y las mantis que para mí representan a hadas que traen buena suerte. Por eso me impactó tanto la película de “El Laberinto del Fauno”, porque en ella las mantis son hadas que es lo que yo siempre había imaginado y creído desde pequeña.

¿Qué papel juegan en tus diseños el mundo onírico de los cuentos de hadas de tu niñez?
Sigo muy unida a la Susana niña. Siempre comento con mis amigas que yo soy o adulta o niña. Creo que me salté la fase de adolescencia. Mis cuentos preferidos siempre han sido “Tragasueños”, que tiene un toque tenebroso, la película “Oz, un mundo fantástico” y “El Laberinto del Fauno”.

¿Qué transmiten tus joyas?
Lo que más atrae de las joyas de Suma Cruz no es la joya en sí sino la forma de combinarlas. Siempre me ha gustado llevar muchas joyas. Soy muy rococó en esto. Prefiero vestir de forma sobria para dar protagonismo a las joyas. Yo no soy nada minimalista, me considero maximalista. Saber mezclar joyas entre sí y crear un look estilo Nefertiti o Cleopatra es muy inspirador.

¿Qué materiales utilizas?
Los cuarzos me encantan y soy de colores ahumados pero trabajo mucho los metales, aunque muchas de mis joyas llevan piedras también.

¿Qué buscan tus clientas cuando lucen una de tus joyas? 
Pues te puedo decir que alguien que entra en Suma Cruz acaba siendo maximalista. Empieza comprando solo un anillo y acaba adquiriendo más piezas para combinarlas entre sí. Y me gusta porque mis clientas son muy distintas entre sí: tengo desde la típica mujer clásica a la roquera, diferentes edades, desde los 18 años hasta clientas de 80. 

¿Cuál es la pieza más demandada?
Los “Pendientes helecho” para mí es el mejor diseño que he diseñado en mi vida porque te los pones y te cambia la cara. Embellecen el rostro de cualquier mujer que los lleva porque enmarcan el óvalo facial. Le doy mucha importancia a los volúmenes y formas de las joyas. Son joyas orgánicas que envuelven y recubren y se integran con el cuerpo. En cuanto a los anillos, sin duda, los escarabajos siempre tienen mucho éxito.

¿En qué consiste tu proceso de creación?
Normalmente pienso e imagino el diseño en mi cabeza y luego mi equipo realiza el diseño en 3D, el molde de la pieza, etc. Pero otras veces, por ejemplo, como me pasó este verano en Asturias, encontré dos escarabajos muertos y los recogí e hice un molde para convertirlos en anillos.

Si fueras un insecto, ¿qué serías?
Una libélula sin duda. Aunque también me fascinan los escarabajos, las arañas (que se que no a todo el mundo le gustan) e incluso tengo unos diseños de ratas porque a mí mi madre de pequeña siempre me llamaba rata y es un animal que me gusta también.

¿Qué significa la palabra lujo para ti?
Para mí el lujo es exclusividad. No tiene porque ser algo caro o inaccesible. Lo artesanal, lo hecho a mano es lujo también. Muchas veces hacemos ediciones limitadas o cuando un diseño se vende mucho lo dejamos en stand by unos meses para que no pierda precisamente ese halo de exclusividad.

¿Qué es para ti viajar?
Siempre tuve la suerte de viajar ya desde pequeña con mis padres, sobre todo a Marruecos que les encantaba. Para mí viajar significa la alegría de vivir, es algo indispensable en mi vida, algo que te sirve para aprender siempre. En este último viaje a Tanzania no te puedes llegar a imaginar lo que han aprendido mis hijos, con lo pequeños que son aún.

Un viaje inspirador...
Hay muchos, pero Guinea Bissau probablemente sea de mis favoritos, no porque sea un destino bello pero yo pasé mucho tiempo allí sola conmigo misma enseñando a hombres y a mujeres a coser. Marruecos me apasiona, la India, a donde he viajado muchas veces. Me encantan los países en los que descubrir culturas muy diferentes a la nuestra, con mucha naturaleza y tribus auténticas.

Un viaje inolvidable...
Este último viaje a Tanzania con mi familia sin duda. Tengo ganas de volver porque el hecho de estar en un safari esperando, en silencio, rodeada de naturaleza, durante horas, a ver ese animal y verlo, eso sí que es lujo auténtico y no tiene precio.

Tu próximo destino...
Me apetece conocer Guatemala, su gente y sus colores.