Sonu Shivdasani: “Si todos viajáramos, el mundo sería mucho mejor”
Cuando conoces a Sonu Shivdasani dirías que su aspecto y la energía que transmite surge de la combinación perfecta entre la elegancia y el saber estar de un caballero inglés y la serenidad y mirada sabia de un monje budista. Se autodefine en su tarjeta de visita como “guardián de la cultura” y habla con un discurso medido y apasionado a la vez, que transmite la autenticidad de quien cree en lo que hace.
Así, movido por su carácter emprendedor, sus valores y una visión clara de lo que el turismo de lujo sostenible puede hacer por la conservación del planeta, Sonu y su mujer Eva fundaron Soneva en 1995 en Maldivas. Pioneros en la tendencia del denominado lujo descalzo, con los años han creado una próspera comunidad que ha hecho de la sostenibilidad toda una filosofía de vida.
¿Cuál ha sido el proceso para llegar a ser el Sonu Shivdanasi que eres en la actualidad?
Creo que la vida es una combinación de coincidencias y de experiencias. A mi padre le gustaba viajar. Yo crecí en este entorno y viajaba a Maldivas con frecuencia. Me encantaba el destino, el país, quería pasar más tiempo allí y pensé que por qué no construir una casa en Maldivas. En el año 1982, el gobierno me dijo que si quería vivir allí tenía que hacer algo relacionado con el turismo. En aquel entonces, los hoteles en las islas eran terribles y yo y mi mujer Eva decidimos hacer algo diferente.
Propusimos al gobierno redefinir el turismo en el país y enfocarlo hacia un turismo de lujo. Y así, hace 30 años abrimos nuestro primer resort, Soneva Fushi, en la isla de Kunfunadhoo. Nos arriesgamos y allí empezó todo. No teníamos experiencia en el sector del turismo ni en la hostelería. Pero teníamos valores y una visión clara.
La marca Soneva nace de la combinación de los nombres de Sonu y Eva. ¿Qué ha supuesto Eva en tu vida?
Mi padre murió cuando yo tenía 13 años y siempre he necesitado una base segura para sostenerme. Conocí a Eva en mi época universitaria, durante la celebración de un Grand Prix en Mónaco y, desde entonces, ella se convirtió en esa base segura tan necesaria para mí, gracias a los fuertes valores que compartimos.
¿Qué es Soneva, cuál es el corazón de Soneva?
Soneva es una pareja apasionada por lo que hace, con la misma filosofía de vida, valores y visión.
¿Cuándo llegó el “clik”de trabajar en pro de la conservación de la naturaleza?
Eva es sueca y en Suecia siempre han estado muy comprometidos con la sostenibilidad. Siempre ha sido muy importante para nosotros. Estudiamos juntos en la universidad y en aquel entonces ya estábamos muy interesados acerca de temas medioambientales como el calentamiento global del planeta. No teníamos experiencia ni conocimiento sobre aspectos relacionados con la conservación y la sostenibilidad pero nuestra pasión nos llevó a la acción y la acción al conocimiento.
Yo comparo la sostenibilidad con las las capas de una cebolla. Siempre hay nuevas cosas que aprender todo el tiempo, nuevos retos. Cuando has quitado una capa, aparece otra nueva. Por ejemplo, en 2008 importábamos agua y luego aprendimos cómo filtrar y embotellar nuestra propia agua, cómo reciclar las botellas de vidrio. Todo esto ha ido evolucionando a lo largo de los años y ahora Soneva es reciclable al 90%.
Tenemos una fábrica de vidrio donde reciclamos las botellas y diferentes artistas las convierten en obras de arte. Reciclamos los residuos de la comida y los convertimos en abono para los huertos donde cultivamos nuestras propias hortalizas. Cada año descubrimos nuevos retos relacionados con la sostenibilidad.
Incluso habéis ideado una forma sostenible de evitar los mosquitos en Soneva…
Sí, es lo que denominamos “mosquito management”. En el pasado utilizábamos métodos para matar a los mosquitos que dañaban otros insectos útiles como mariposas o libélulas. Nos pusimos en contacto con un entomólogo holandés que nos propuso un nuevo método mucho más sostenible. Ahora ponemos grandes cubos con una red empapada con una mezcla de azúcar, agua y bicarbonato de sodio. Se crea una pasta que desprende un olor similar al de la piel humana y los mosquitos van allí y quedan atrapados.
De esta forma, hemos acabado con el problema de los mosquitos en Soneva de una forma sostenible y equilibrada con el entorno. En la actualidad, disponemos de 400 trampas que atrapan 9.000 mosquitos al día cada una de ellas.
¿Qué significa el concepto de “lujo descalzo” que acuñó Soneva? ¿Es la sostenibilidad solo una tendencia de moda en la industria del turismo del lujo?
Para mí, el denominado lujo descalzo es el lujo auténtico. En Madrid o en París no puedes caminar descalzo pero en las Maldivas sí. Ir descalzo te permite relajarte, te sientes más conectado con la tierra y con el destino en el que estás. Lo sientes. Te permite integrarte en la comunidad y en el entorno real. Sentirte como un local. No hay barreras entre tú y la naturaleza. Y es mucho más sostenible ya que, si estás descalzo y vas a comer en shorts, no necesitas entrar en un restaurante con suelo de mármol y aire acondicionado. Te sientas con los pies en la arena, al aire libre, mirando al horizonte y disfrutando de la cena y de la naturaleza. Eso es mucho más sostenible que entrar en un local con aire acondicionado.
¿Qué es la sostenibilidad como filosofía de vida?
En Soneva, tenemos televisiones en las habitaciones pero están escondidas y no hay televisión por cable. De esta manera, consigues una inmersión en el destino. No servimos agua embotellada ni de marcas. Y esto es algo que te permite, si quieres, cambiar tus hábitos en este sentido cuando regresas a casa.
Puedes ver cómo cultivamos nuestras hortalizas. Reutilizamos las sobras como abono, así como el carbón sobrante de las barbacoas. Utilizamos lombrices para limpiar y fertilizar la tierra. Utilizamos los recursos de la naturaleza para ayudarnos a mantener un equilibrio con el entorno.
En relación a la sostenibilidad, ¿estás más de acuerdo con la visión orgánica del concepto relacionada con la naturaleza o de la tecnológica que tiene que ver más con el uso de energías alternativas?
Yo trabajo con ambos conceptos y creo que muchas veces van unidos. Un ejemplo es el tema de los mosquitos que he comentado antes. Unimos naturaleza y en cierta forma tecnología. Hemos hablado con un entomólogo que ha estado estudiando los hábitos de los mosquitos durante 30 años y sabemos que los mosquitos son ciegos y que se mueven guiados por su olfato y de ahí descubrimos la fórmula de la mezcla que los atrae a la trampa. En cierta forma todo esto es tecnología.
Creo firmemente en la idea de observar y seguir los patrones de la naturaleza para inventar algo nuevo como hizo Leonardo da Vinci cuando, fijándose en el vuelo de las aves, diseñó los primeros prototipos de lo que serían los aviones en el futuro. La naturaleza tiene mucho que enseñarnos. Y respecto a la energía, en Soneva utilizamos la energía solar en nuestros resorts desde el año 2008.
¿Cómo equilibras un proyecto sostenible con el hecho de atraer turistas de todo el mundo a una isla a la que llegan utilizando el avión?
Tras este movimiento que ha surgido cuestionando el hecho de viajar en avión, la realidad es que la aviación supone un 2-3% de las emisiones mundiales de carbono, que es muy poco en relación a otros factores como la producción y el consumo de carne de vaca, por ejemplo, que es mucho más contaminante. Tenemos que poner las cosas en perspectiva. Por ejemplo, alguien que viaje en coche y se aloje en un turismo rural en la campiña inglesa y vaya hasta una granja local para consumir buey o ternera puede ser menos sostenible aunque parezca muy ecológico por estar pasando unas vacaciones en el campo.
Viajar ayuda a la conservación y a proteger, por ejemplo, muchas concesiones de animales de África. Especies como el tiburón y las tortugas están siendo protegidas en Maldivas gracias al turismo. Antes las cogían del mar, las hervían para extraerles la concha y las volvían a tirar. ¡Era simplemente horrible!. Hasta que el gobierno se dio cuenta de que el turismo podía contribuir a proteger estas especies.
Todos estos proyectos cuestan mucho dinero. ¿Es la sostenibilidad algo limitado solo para los más adinerados?
Viajar y el turismo es algo de lo que disfruta tan solo el 20-30% de la humanidad. Pero la sostenibilidad puede ser algo al alcance de cualquier viajero, no solo de los más ricos. Puedes viajar a muchos sitios con muchos presupuestos diferentes y tener un impacto positivo a nivel de sostenibilidad, fijándote en dónde te alojas, qué comes, qué haces cuándo viajas, qué impacto tienes tu viaje en la comunidad local, etc.
En Soneva hace años que estamos muy comprometidos con la sostenibilidad, empezando por no utilizar agua embotellada, utilizar recipientes rellenables en las amenities del baño. Hemos dejado de importar muchos alimentos, intentamos sustituir el pollo que importábamos por pescado local y contribuir así a la sostenibilidad de la comunidad. ¡Nuestro chef cocina recetas increíbles con ingredientes locales.! Ecología y economía van de la mano.
¿Qué es la Fundación Soneva?
En 2010 creamos la Fundación Soneva con la intención de llevar a cabo proyectos significativos que tengan un impacto ambiental, social y económico positivo y, lo que es más importante, para compensar las emisiones de carbono de las actividades del complejo y los vuelos de los huéspedes. Por ejemplo, enseñamos a los niños de las Maldivas a nadar de manera segura en el océano y al mismo tiempo brindamos agua potable a 750.000 personas en todo el mundo. Hemos proporcionado a 230.000 personas en Darfur y Myanmar estufas de bajo consumo de combustible que reducen la deforestación y la contaminación del aire interior.
Las cocinas suministradas por la Fundación Soneva reducen el consumo de madera en un 50%, la contaminación del aire en un 80% y las emisiones de CO2 en un 60%. Hemos plantado más de 500.000 árboles en Tailandia, creando más de 300 acres de bosque rico en biodiversidad y mitigando más de 250.000 toneladas de CO2. Estos son algunos de los proyectos de nuestra fundación.
Si pudieras viajar al futuro en 50 años, ¿qué verías?
Creo que el principal cambio pasará por el uso de combustibles renovables en vez de fósiles. Toda la energía será renovable. La mayoría del transporte será eléctrico, incluso los aviones, quizás los más pequeños al inicio. La producción de carne será el mayor problema a nivel de emisión de gases y, por ello, la carne acabará siendo un lujo y no algo que forme parte de la alimentación habitual de los humanos.
Tres palos de madera crean suficiente calor para hervir, lo que reduce los requisitos de combustible en un 50%. El calor y el humo se retienen en la estufa, lo que proporciona un método de cocción mucho más ecológico que el fuego abierto. Las chispas no escapan de la cámara, reduciendo así en gran medida el riesgo de un incendio doméstico.
¿Cuál es el futuro de Soneva?
A nivel de expansión, nuestro objetivo es abrir próximamente dos nuevos resorts en Maldivas y uno en Japón. En lo que respecta a nuestra filosofía de conservación y sostenibilidad, uno de nuestros principales retos es seguir cuidando el arrecife de coral que protege las islas. Estamos en contacto y trabajando con científicos para desarrollar nuevos métodos para proteger el arrecife.
Estamos introduciendo abejas polinizadoras en las islas, cultivando nuevas especies de setas, gestionando todo el tema relacionado con los mosquitos. Hemos reducido el 70% del consumo de carne roja en nuestros resorts. Como las capas de la cebolla que comentaba al inicio, siempre nos esperan nuevos y apasionantes retos relacionados con la sostenibilidad y la conservación del ecosistema y de nuestro planeta.