La primera aerolínea del mundo
El 16 de Noviembre de 1909 se establecía la primera aerolínea del mundo, DELAG (Deutsche Luftschiffahrts-Aktiengesellschaft o Compañía Alemana de Dirigibles). Su primer vuelo lo realizó el dirigible Bodensee entre Berlín y Friedrichshafen en un fulminante récord de entre 4 y 9 horas de vuelo (comparado con el trayecto de entre 18-24 horas en tren).
En 1931 DELAG ofrecía la primera línea regular transatlántica de pasajeros entre Alemania y América del Sur realizando más de 136 vuelos en su vida. En aquella época, la única forma de viajar entre Europa y América era en grandes barcos de pasajeros.
Un viaje a Nueva York tardaba según la época del año, unos 5 días. A pesar de los grandes lujos a bordo que barcos como el Titanic o el Queen Mary pudiesen ofrecer, sus viajes no estaban exentos de oleajes, tormentas, mareos y tropiezos a bordo, e incómodas noches, pocas veces mostrado en las películas.
DELAG encargó la construcción de su flota a la compañía Zeppelin, fundada por el conde von Zeppelin. Este contrato supuso el gran despegue de Zeppelin como líder mundial en la fabricación de las mayores naves aéreas que el mundo haya conocido, con 245 metros de longitud, sería el equivalente a poner 3 aviones Boeing 747 uno detrás de otro.
A día de hoy seguiríamos, como hacían antaño, saliendo a la calle a quedarnos sin aliento al ver el colosal tamaño de un dirigible. Entre 1910 y 1914 (la primera guerra mundial paró el tráfico de pasajeros), DELAG realizó más de 1.500 vuelos y transportó más de 34.000 pasajeros, convirtiendo el transporte aéreo en el más seguro de todos.
La vida a bordo
Los dirigibles transportaban entre 50 y 70 personas de pasaje y una tripulación de unas 60 personas y volaban a una increíble velocidad de unos 135 km/h. Además, contaban con una amplia estructura equipada con salones de estar, camarotes con literas, cuartos de baño, comedores, y hasta un salón de fumadores.
El billete incluía todas las comidas y bebidas, bolsos de mano, maletas y no podía faltar el baúl, con los enseres necesarios en el destino final. El peso del equipaje total permitido por persona era de 126 kilogramos, muy inferior al de cualquier travesía en barco de la época. Los modernos dirigibles tenían un sofisticado sistema de envío y recepción de telegramas a bordo donde los viajeros por negocios podían comunicarse con sus respectivas oficinas o clientes en tiempo real.
Imaginad lo que debía de ser por primera vez para el público general, poder ver el mundo desde el aire.
- Un dirigible sobrevolando Manhattan en 1932 —
- Pese a no contar con los lujos de uno de los grandes transatlánticos de la época, viajar en dirigible era más rápido y económico —
- El viaje era confortable y silencioso, sin turbulencias debido a la baja altura de vuelo —
- El Zeppelin alcanzaba una velocidad máxima de 128 km/h
En los años 30, los dirigibles volaban por todo el mundo y eran el medio de transporte más rápido y eficiente del momento. Su ingeniería fue en su día la más avanzada en el uso del aluminio y técnicas de navegación aérea.
En 1937 el accidente del Hindenburg se cobró la vida de 35 personas de un total de 97 pasajeros. Fue el primer accidente televisado en directo. El impacto que las imágenes causaron en un público acostumbrado a leer sucesos pero no a verlos fue tan grande que supuso el fin de la era de los grandes dirigibles.
100 años más tarde, la aviación comercial es una realidad que nos plantea nuevos dilemas. ¿Volverán a surcar los dirigibles los cielos de nuevo?