Papúa Nueva Guinea, viaje a lo desconocido
Papúa Nueva Guinea se revela como uno de esos pocos lugares del mundo que parece casi fuera de los mapas. Viajar hasta allí es adentrarse en un fascinante mundo de antiguas culturas, de playas divinas, fondos submarinos ricos en coral y mucha historia.
Papúa Nueva Guinea es uno de los lugares más remotos para los viajes de aventura, ofreciendo una variedad inigualable de belleza natural, exótica vida salvaje y tradición cultural.
Situada al norte de Australia, Nueva Guinea es la segunda isla más grande del mundo. Tierra de contrastes geológicos, se caracteriza por sus montañas de hasta 4.509 metros de altura, su extensa jungla, sus vastos deltas y sus prístinos atolones de coral.
La gran diversidad de este país solo encuentra rival en la propia población, cuyas tradiciones siguen formando parte de la vida cotidiana y son tan variadas e impresionantes como el paisaje que las rodea.
Muchos de los grandes viajeros dicen que no quedan lugares en el mundo por descubrir. Entre ellos, el escritor británico Lawrence Osborne que explicó en su libro "El turista desnudo" sus peripecias para encontrar un lugar que no estuviera ofertado por ninguna agencia de viajes. Lo encontró en las selvas de Papúa Nueva Guinea, y es que la relativa escasez de turistas convierte a este país en uno de los destinos más enigmáticos a los que se puede llegar en el mundo.
Papúa Nueva Guinea, mitad oriental de la isla de Nueva Guinea, es un estado independiente desde 1975. En él se hablan hasta 700 lenguas conocidas, es decir el 45% del total de lenguas del mundo. Como reflejo de la diversidad geológica y ecológica de su país, cada lengua representa una cultura única. Se calcula que se hablan más de 800 dialectos.
Nueva Guinea se formó por la colisión de la plataforma continental australiana con la plataforma del Océano Pacífico. En términos geológicos, la región de Bensbach, al sur de Nueva Guinea, forma parte del antiguo continente australiano y, de hecho, durante la última edad de hielo, Nueva Guinea y Australia formaban parte de la misma superficie, unidas por un istmo.
La isla de Nueva Guinea tiene una de las avifaunas más ricas y variadas del mundo, con un total de 708 especies de aves identificadas hasta ahora. Por ejemplo, hay 43 especies conocidas de aves del paraíso en nuestro planeta, 38 de ellas se encuentran en Papúa Nueva Guinea.
La extensión del comercio de sombrerería del siglo pasado afectó significativamente a las poblaciones de estas hermosas aves y, como resultado, todas las especies de aves del paraíso en Papúa Nueva Guinea ahora están protegidas y es ilegal extraer sus plumas del país. La principal amenaza para su existencia ahora es la tala comercial de madera y la tala de sus hábitats y selvas tropicales para huertos a medida que crece la población del país.
Papúa además es uno de los mejores destinos para hacer snorkle o submarinismo, con una irresistible oferta de tesoros acuáticos: luminosos arrecifes de coral engalanados con enormes gorgonias, cálidas aguas rebosantes de peces de colores, precipicios submarinos, y pecios espeluznantes de la Segunda Guerra Mundial, por no hablar del escaso número de submarinistas. Hay unos cuantos resorts de lujo que facilitan la aventura submarina.
Estando en el Mar de Coral es obvio que uno de los mayores atractivos del país sea su ecosistema submarino. De hecho, los primeros que pusieron Papúa Nueva Guinea en la lista de destinos fueron los viajeros aficionados al submarinismo... Esta región oceánica alberga más especies acuáticas que ninguna otra. Se calcula que zambullirse en la bahía de Kimbe, en la costa norte de la Isla de Nueva Bretaña, es hacerlo entre más del 60 por ciento de las especies de coral del Pacífico. Otro lugar mágico es la bahía de Cenderawasih, al noroeste de la gran isla de Nueva Guinea, donde se encuentran los fascinantes tiburones ballena.
Y tras estos fondos marinos, las playas son el segundo elemento más destacable de Papúa Nueva Guinea. Encontraréis playas de arena blanca y aguas cristalinas con un fondo verde de palmeras. No hay que olvidarse las gafas de buceo, porque a poca distancia de la orilla aparece un sorprendente mundo repleto de especies de coral.
La bahía de Milne viene a ser la cumbre de este universo de playas sorprendentes. Alotau es la puerta de entrada a esta bahía de ensueño, repleta de islas, playas de arena blanca, cascadas, ríos y una fauna colorida. Es el colofón final de un viaje a un paraíso tan desconocido como sorprendente.
Hay una serie de espectáculos culturales anuales en Papúa Nueva Guinea, que suelen celebrarse en mayo, agosto y septiembre, que brindan la oportunidad de presenciar grupos de tribus de todo el país, en una extravagancia de colores vibrantes, culturas únicas y experiencias extraordinarias.
La temporada alta va de mayo a octubre. Es la época más seca, pero también la más fresca, cuando se celebran los festivales y, por tanto, puede haber más visitantes. De diciembre a marzo es la época de lluvias, y algunas carreteras de las Tierras Altas pueden encontrarse cortadas.
- Sing-Sing es el nombre que recibe el tradicional festival donde las tribus de las Tierras Altas exhiben danzas y cantos. —
- Como maquillaje se utilizan pigmentos vegetales caseros. —
- Las plumas exóticas, pieles y elementos naturales como cortezas y conchas marinas son las principales señas de identidad del vestuario de las tribus durante los festivales. —
- Fotos: Trans Niugini.
No hay caminos terrestres que conecten el país, por lo que la mayor parte de los viajes se hacen en avioneta por encima de cumbres, bosques y valles escondidos. Esa la parte más emocionante del viaje y lo que lo hace tan inaccesible y único. Ningún viajero experimentado quedará indiferente al hacer un viaje a esta maravillosa isla.