Un oasis de silencio en el desierto de Dubai
Decía Antoine de Saint-Exupéry, autor de El Principito, que la belleza del desierto radica en que en cualquier lugar puede esconder un pozo. En Dubai, a tan sólo 40 minutos del bullicio, los rascacielos y la artificialidad de una ciudad escaparate de luces y sombras, el verdadero lujo se encuentra, como el pozo de Saint-Exupéry, en el silencio infinito del desierto y de sus dunas doradas.
La Reserva de Conservación del Desierto de Dubai es el primer parque nacional de los Emiratos Árabes Unidos. La tierra que ocupa fue comprada por el jeque Mohammed bin Rashid Al Maktoum quien, inspirado por los parques nacionales de Sudáfrica, decidió que Dubai necesitaba su propia reserva. Sus 225 km² cubren aproximadamente el 5 % del territorio total de Dubái y se encuentra vallada para preservar la flora y la fauna natural de la zona. Desde su creación en 2004, la reserva alberga más de 50 especies vegetales, 120 aves y 43 mamíferos y reptiles.
Una de las mejores formas de descubrir y explorar la extensión de ese desierto es realizando un safari en 4x4 a bordo de Jeeps vintage de los años 50. Nuestro guía Majdid conduce a través de las dunas y nos explica que el color dorado de la arena procede de la mezcla de minerales como el hierro y el mármol.
A lo lejos, nos sorprende la vista de un extenso rebaño de órix de Arabia, uno de los mamíferos del desierto más grandes de la región. Tiene cuernos que alcanzan los 68 cm de longitud y un pelaje blanco brillante que refleja los rayos del Sol. La edad de cada ejemplar se conoce por el color de su pelaje, que va del dorado cuando son crías al blanco una vez llegan a su fase adulta. A partir de ahí, será la longitud de sus cuernos la que indique la edad del animal.
El desierto estaba originalmente habitado por tribus beduinas (Bedawi en árabe), un grupo de habitantes del desierto seminómadas que atravesaban las dunas, guiándose por el Sol para orientarse hacia el Este y las estrellas para ir hacia el Norte. Los camellos eran fundamentales para su supervivencia, ya que los utilizaban como medio de transporte, alimento y como símbolo de riqueza. Además, la piel del camello se utilizaba para confeccionar tiendas de campaña, calzado y ropa de abrigo y con su pelo se tejían alfombras. La leche de camella se utilizaba para elaborar yogur o mantequilla y la carne de camello se servía también como un bocado exquisito.
Los beduinos también son conocidos por su carácter hospitalario, algo que nos demuestran en el campamento en el que cenamos. Somos bienvenidos con agua de rosas para limpiar y purificar nuestras manos y un primer aperitivo a base de dátiles y un aromático té infusionado con canela. Seguimos con una cena tradicional a base de hummus, carne de cordero cocinado al modo tradicional bajo el suelo, carne y leche de camello, verduras y arroz largo especiado y con frutos secos.
A. de Saint-Exupéry
La cetrería es otra tradición muy arraigada en la historia y en las tradiciones de los beduinos.
La velocidad, la potencia y la destreza de un halcón era mucho mayor que la de una bala a la hora de cazar, por lo que llegaron a hacer de estas aves una herramienta de caza para capturar liebres, aves y otras especies.
Los halcones son tan apreciados que poseen su propio pasaporte y, cuando viajan, lo hacen ocupando un asiento del avión, junto a su cuidador.
Tras la cena, recorremos de nuevo las dunas, ahora bajo las estrellas, hasta llegar a Al-Maha, un resort de lujo sostenible situado en medio de la reserva, con edificaciones tradicionales y suites y estancias decoradas con mobiliario antiguo. El punto de partida ideal para sumergirse en la naturaleza, el silencio y la magia del desierto de Dubai y recorrerlo y descubrirlo en caballo, en camello o en un 4x4.
- El resort se encuentra integrado entre las dunas de la Reserva —
- Las suites se convierten en pequeños oasis en medio del desierto —
- Una cena tradicional privada para dos en la inmensidad del desierto —
- Fotos: Resort Al-Maha