Se necesitan hombres para un viaje peligroso
“Se necesitan hombres para viaje peligroso. Salarios bajos, frío extremo, meses de completa oscuridad, peligro constante, retorno ileso dudoso. Honores y reconocimiento en caso de éxito”.
Este anuncio en un periódico recibió más de 5.000 solicitudes para formar parte de una aventura. Finalmente, un equipo de 56 hombres partieron desde Gran Bretaña hacia la Antártida en agosto de 1914 a bordo de dos barcos: el Endurance y el Aurora.
La “Expedición Imperial Transantártica”, bajo el mando del explorador Ernest Shackleton, pretendía cruzar la Antártida en una dura travesía de 2.900km a través del continente helado pasando por el Polo Sur.
En su viaje, las condiciones se fueron haciendo más difíciles hasta que en enero de 1915, el Endurance quedó inmovilizado en una banquisa de hielo. La primavera y las temperaturas más suaves iniciaron movimientos en el hielo que pusieron su casco de madera en grave peligro.
En octubre el agua comenzó a penetrar en su interior y Shackleton dio la orden de abandonar por completo el Endurance, trasladando a todos los hombres y las provisiones a un campamento en el hielo.
El 21 de noviembre de 1915 los restos del barco desaparecieron bajo el agua para siempre.
Durante casi dos meses, Shackleton y su equipo acamparon sobre una gran banquisa de hielo flotante a la espera de que su deriva los acercara a la isla Paulet, a más de 400 km, donde sabían que había almacenes de suministros. Sobrevivieron sacrificando a los perros de trineo que llevaban y cazando focas. Tras varios intentos fallidos de alcanzar la isla a través del hielo, Shackleton decidió instalar otro campamento permanente, que denominó “Patience Camp” en otra banquisa, y confiar en que la deriva los llevara a tierra.
Pero la banquisa se partió en dos y Shackleton ordenó a su equipo embarcar en los botes salvavidas y poner rumbo a la tierra más cercana. Después de cinco angustiosos días en el agua, los exhaustos expedicionarios desembarcaron en la isla Elefante, a más de 550 km del lugar en que se hundió el Endurance. Era, además, la primera vez en 497 días que pisaban tierra firme.
La isla Elefante era un lugar inhóspito, alejado de cualquier ruta marítima, razón por la que Shackleton decidió arriesgarse a emprender un viaje de casi 1.300 km en un bote abierto de tan solo 6 metros de eslora y con cinco miembros de su tripulación, hasta las estaciones balleneras de las islas Georgias del Sur, donde sabía que encontraría ayuda.
Tras dos semanas navegando por el océano, a merced de tormentas y huracanes, el 9 de mayo llegaron a tierra. Shackleton decidió cruzar la isla por tierra por una ruta nunca antes transitada. Recorrieron en 36 horas los 51 km de terreno montañoso que los separaban de la estación ballenera de Stromness, a donde llegaron el 20 de mayo.
- El Endurance quedó atrapado en el hielo cerca de su destino en la Bahía de Vahsel —
- La tripulación abandonó el barco y los miembros de la expedición tuvieron que realizar un viaje épico en trineo atravesando el helado Mar de Weddell —
- La Isla Elefante era un lugar inhóspito, alejado de cualquier ruta marítima conocida —
- Todos los hombres de la expedición de Shackleton regresaron a Gran Bretaña con vida
Shackleton empezó a organizar el rescate de los hombres de la isla Elefante, que llevaban aislados allí cuatro meses y medio. El remolcador chileno Yelcho y el ballenero británico SS Southern Sky llegaron a la isla Elefante el 30 de agosto de 1916 y evacuaron rápidamente a los 22 hombres, que llegaron a Valparaíso, donde fueron recibidos como héroes.
Los exploradores, que habían estado aislados en la Antártida más de dos años, consiguieron regresar todos con vida gracias a las habilidades de liderazgo y visión de Shackleton, que acabó convirtiendo un fracaso en una hazaña heroica.