Cinco paisajes de otoño que no puedes perderte
Decía el escritor F. Scott Fitzgerald que “la vida vuelve a empezar cuando llega el otoño” y es cierto que, a estas alturas del año, parece como si el verano formase ya parte de un pasado lejano y tenemos esa familiar sensación de “vuelta al cole” que nos invita a frenar el ritmo acompasándonos con los días cada vez más cortos y menos cálidos.
El otoño, cuyo inicio marca el equinoccio, es el momento en el que la naturaleza se transforma de nuevo, mudando los colores de árboles y paisajes hacia una fascinante gama cromática hecha de pinceladas de colores mostaza, anaranjados, amarillos verdosos, rojos, morados y granates.
Una época del año que invita a una escapada larga o corta que te permita conectar con ese espectáculo visual e inspirador y con esa naturaleza sabia y cambiante, en la que los árboles saben que deben dejar caer sus hojas para prepararse para el invierno que ha de llegar y volver a brotar en primavera con una fuerza renovada.
Te proponemos cinco paisajes otoñales en los que perderte entre octubre y noviembre para disfrutar de un otoño único en el hemisferio norte.
Parques nacionales, lagos, osos y festivales en Canadá
Canadá es un país con numerosos parques nacionales situados alrededor de miles de lagos rodeados de densos bosques. La parte oriental del país es la mejor para presenciar los colores otoñales en toda su intensidad, con hojas que pasan del rojo al naranja y finalmente desaparecen con el viento del invierno con una textura amarillenta.
A partir de septiembre empieza en Canadá ese cambio cromático del paisaje de sus bosques, parques y montañas, siendo las áreas de Ontario, Quebec y las provincias marítimas los mejores lugares para observar los intensos colores del otoño en todo el país.
Uno de los parques más antiguos de Canadá, el Parque Nacional de Algonquin, situado en el sureste de Ontario, tiene miles de lagos escondidos dentro de sus límites, con senderos forestales ocultos que ofrecen vistas espectaculares durante las caminatas de trekking en la temporada de otoño.
El otoño trae consigo festivales locales de la cosecha en todo Canadá. Dondequiera que vayas, encontrarás alguna celebración de la abundancia del otoño. En la isla del Príncipe Eduardo, en Nueva Escocia, se celebra el Festival Internacional del Marisco, en Ontario, el Festival de la Calabaza y en Winona, entre Toronto y Niágara, se celebra el gran Festival del Melocotón.
Y si lo que te gusta es el vino, el valle de Okanagan, en la Columbia Británica, la mayor región productora de vino de Canadá, celebra la vendimia durante 10 días en octubre con decenas de actos. en Canadá, te proponemos alojarte en Clayoquot Wilderness Resort o en Nimmo Bay.
En el oeste de Canadá, el otoño es también una época inmejorable para ir a ver osos. Los osos pardos, los osos negros y los raros osos espirituales aprovechan el "gran festín de otoño", pescando y comiendo los salmones en los ríos y engordando todo lo que pueden antes de la hibernación.
Se calcula que, en la actualidad, hay un apoblación de unos 16.000 osos grizzly en Canadá.
Otoño en Nueva York
Hace muchos años que Sinatra cantaba a los tejados relucientes del atardecer en la famosa canción “Autumn in New York” y es que esta estación del año es una de las mejores para visitar la ciudad de los rascacielos y Central Park se convierte en uno de los lugares favoritos de los neoyorquinos para pasear y realizar rutas en bicicleta bordeando los 4 kilómetros del parque que cuenta con un total de 1.700 olmos y unas 300 especies de aves y otros animales.
Desde Central Park, que fue diseñado en 1853, se puede visitar el Museo Metropolitano de Arte y el Museo Americano de Historia Natural, dos de los museos más célebres de la ciudad. Al sudeste del parque se encuentra el Zoo de Central Park, administrado por la Wildlife Conservation Society. Al norte, el jardín botánico Conservatory Garden.
El uso de las calabazas es una de las tradiciones más famosas de Halloween, la festividad que se celebra la noche del 31 de octubre. La talla de este fruto tiene su origen en las leyendas y las tradiciones de los pueblos celtas de Escocia e Irlanda , donde se utilizaban nabos originalmente.
Los inmigrantes irlandeses que llegaron a Estados Unidos cambiaron los nabos por las calabazas y, desde entonces, durante los días previos a esta celebración, en todas las casas de Estados Unidos podemos encontrar las famosas calabazas talladas conocidas como Jack o' Lantern y que se utilizan para ahuyentar a los malos espíritus.
La magia de los arces japoneses
Kioto en otoño es una época mágica, con un espectacular despliegue de hojas que cambian de color. La mejor época para disfrutar del otoño en la capital japonesa va aproximadamente de finales de noviembre a principios de diciembre, cuando los arces japoneses se vuelven rojos y las hojas del ginkgo cambian al color dorado. Durante esta época, el follaje otoñal se mezcla con las siluetas de los templos y santuarios de la ciudad creando postales inolvidables.
Uno de los mejores templos desde donde presenciar el otoño japonés en todo su esplendor es el templo Kiyomizu-dera, que domina la zona de Higashiyama y es perfecto para saborear el estilo de la antigua Kioto. Los colores otoñales pueden contemplarse desde la sala principal de Kiyomizu-dera en la cima de la colina, también llamada "Escenario Kiyomizu". La alfombra cromática otoñal que se extiende por el desfiladero de Kin-un-kyo es simplemente impresionante.
El templo Eikando Zenrinji es tan conocido por sus hermosos colores otoñales que desde la antigüedad se le llama "Momiji Eikando" (momiji es la palabra que designa a los arces japoneses). La pagoda Tahoto del templo y los 3.000 arces que la rodean forman una escena impresionante e inspiradora por su belleza. Podrás disfrutar del otoño japonés desde un exclusivo Ryokan, el tipo de alojamiento tradicional japonés.
Bosques de cuentos de hadas en Alemania
Renania-Palatinado es uno de los 16 estados federados de Alemania y está atravesado por los ríos Rin, Mosela y Nahe. Esta zona poblada de densos bosques y de castillos que parecen salidos de un cuento de los hermanos Grimm es perfecta para una escapada otoñal. Si eres amante del senderismo, este es un lugar ideal para realizar un baño de bosque, una caminata en silencio entre los árboles conectando con la naturaleza con los cinco sentidos.
En esta región alemana podrás visitar también diferentes y bellos castillos con siglos de historia, navegar por el Rin, descubrir pueblecitos pintorescos y disfrutar de diferentes experiencias enológicas pues es en Renania-Palatinado, donde se cultiva y produce el 70% del vino de toda Alemania.
Virginia Woolf
Los "baños de bosque" tienen su origen en Japón donde se conoce a esta técnica como Shinrin Yoku , que significa "absorber la atmósfera del bosque". Esta práctica de pasear por un bosque de forma pausada e inmersiva nació para promover el contacto con la naturaleza en una población urbana que presentaba un elevadísimo nivel de estrés y ansiedad asociados al trabajo.
Esta práctica no sólo fomentan la paz interior y el bienestar emocional, sino que también fortalecen el sistema inmunitario, reducen la presión arterial, la ansiedad y las hormonas del estrés.
Entre viñas y cipreses por la Toscana
La Toscana vive uno de sus momentos de máximo esplendor en otoño cuando los colores de las colinas y de las viñas se transforman hacia los amarillos, marrones, rojos y morados otoñales. Es el momento de la vendimia en esta región italiana y una época ideal para disfrutar de los mejores productos locales de la zona con diferentes experiencias y festivales gastronómicos dedicados a la castaña, a la trufa blanca y negra y al aceite.
- Los "funghi porcini" son una de las setas de otoño más preciadas por los italianos para elaborar diferentes recetas de pasta y risotto. —
- En la Toscana se celebran durante el mes de octubre diferentes festivales dedicados a la castaña —
- La región del Chianti es célebre por sus vinos y experiencias enológicas —
- La trufa blanca es uno de los alimentos más exclusivos de la gastronomía italiana
Para los amantes de la naturaleza, te recomendamos pasar unos días descubriendo Chianti: un paisaje de postal entre armoniosas colinas y viñedos, que puedes también recorrer en bicicleta. A lo largo de los senderos y de los pequeños caminos rurales hay siempre algo para descubrir: abadías, iglesias, fortalezas medievales, castillos y villas señoriales te transportarán al rico pasado medieval de esta zona.
Los recorridos por las denominadas rutas del vino, ideales para disfrutar de experiencias enológicas y gastronómicas inolvidables y, si lo tuyo es el wellness, existen diferentes balnearios toscanos históricos como los de Montecatini Terme, uno de los destinos preferidos por escritores y artistas en el siglo XIX, y que en la actualidad combina tratamientos y métodos tanto modernos como tradicionales. Durante tu estancia en la Toscana puedes alojarte en uno de nuestros hoteles preferidos allí: Castiglion del Bosco.