Viaje al Chelsea literario
Charles Dickens escribió en 1841 en su novela Barnaby Rudge: "Pocos se aventurarían a ir a Chelsea, desarmados y sin vigilancia". En aquella época, la zona era conocida por sus ladrones y por un aire bohemio y rentas económicas bajas, que fue lo que empezó a atraer a algunos de los mejores escritores y artistas de la literatura británica.
Desde entonces, el barrio de Chelsea de Londres ha sabido crear y preservar un ambiente chic y bohemio que siempre ha ejercido un especial magnetismo para escritores, artistas e intelectuales y que hace que, hoy en día, sea uno de los barrios más elegantes y lujosos de la capital británica.
Un recorrido literario
Muchos de los escritores que vivieron y escribieron en Chelsea algunas de sus mejores obras están representados por las famosas placas azules de los edificios de Londres que muestran donde vivieron esos personajes ilustres.
La zona de Carlyle Mansions en Cheyne Walk, ha sido apodada como “El bloque de los escritores”, habiendo albergado, entre otros, a Ian Fleming, quien redactó aquí el debut de James Bond en Casino Royale.
Alan Alexander Milne, creador del famoso personaje de ficción infantil Winnie the Pooh, residió en el número 13 de Mallord Street desde 1919 hasta 1942, donde escribió sus obras más famosas, incluida la saga de libros familiares con el famoso oso de peluche como protagonista.
Un hotel de novela
Si hay un hotel emblemático y unido a la historia del barrio en Chelsea, este es el Cadogan. Su historia se remonta a Hans Sloane, un médico, viajero, naturalista y coleccionista irlandés, que, en el s.XVIII, sentó las bases de algunos de los principales lugares de interés de Londres, incluido Cadogan Estates.
Su extensa colección de especímenes de plantas, insectos, libros, dibujos y curiosidades fueron donados a la nación y se convirtieron en la base del Museo Británico, la Biblioteca Británica, el Museo de Historia Natural y el Chelsea Physic Garden. Como homenaje a su legado, en cada habitación del Cadogan se muestra un cuadro o ilustración de una mariposa azul.
El Cadogan se inauguró oficialmente en el número 75 de Sloane Street en 1887 y, desde su apertura, ha acogido a algunos de los personajes más conocidos de la sociedad londinense y ha sido el testigo silencioso de algunas historias que servirían como argumento perfecto para una novela.
La actriz victoriana Lillie Langtry que fue, a finales del s.XIX, la amante del entonces Príncipe de Gales y futuro rey Eduardo VII, se reunía con él en una de las estancias del hotel a la que se accedía a través de una discreta puerta con paneles de madera que todavía está en uso.
Oscar Wilde, que escribió sus obras más famosas en el cercano número 34 de Tite Street, se alojó en diversas ocasiones en el hotel, concretamente en la habitación 118. Fue en esa habitación donde, en 1895, fue arrestado por “grave indecencia con otras personas masculinas”. Hoy, esa habitación es la Royal Suite del Cadogan.
¿quién no podría ser feliz?
Oscar Wilde
Alojarse en el Cadogan es sumergirse en un lujo elegante a través de un cuidado interiorismo de colores suaves, líneas clásicas y sorprendentes obras de arte y un legado literario al que se sigue honrando a través de las pequeñas colecciones de libros a disposición de los huéspedes que pueden encontrarse en las habitaciones.
Es un oasis de paz en medio del bullicioso Londres donde es posible relajarse leyendo un libro al lado de la chimenea o paseando por los Cadogan Place Gardens. Un santuario verde privado en Chelsea y uno de los secretos mejor guardados de la ciudad, que casi no ha cambiado desde que se inauguraron en 1886. Los amplios jardines y las plantas ornamentales invitan a relajarse y a conectar con ese fragmento de naturaleza urbana. Es el lugar perfecto para disfrutar, por ejemplo, de un glamuroso picnic en verano, al más puro estilo inglés o de jugar un partido de tenis en una de sus pistas.
La gastronomía es otro de los puntos fuertes del Cadogan. Con Adam Hadling, uno de los chefs jóvenes más célebres del Reino Unido, al mando de los fogones. La oferta culinaria, que se prepara en una cocina abierta, ofrece platos tradicionales de la gastronomía británica reinventados de una forma muy creativa y artística.
Y, tras la cena, acabar la noche con un cóctel en The Bar, nos transportará a un viaje al pasado de novela de este hotel de lujo emblemático del Londres más elegante. A ver quién se atreve con el “Dead Oscar”, un cóctel creado en homenaje a Oscar Wilde, a base de champagne, ginebra y absenta.
- El restaurante del Cadogan es uno de los más prestigiosos de todo el barrio de Chelsea —
- El chef Adam Hadling ofrece platos elaborados a partir de recetas tradicionales británicas con un toque creativo —
- El bar de estilo art déco nos transporta al pasado literario de este hotel —
- La carta de cócteles ofrece algunos combinados inspirados en los célebres personajes que se han alojado en el Cadogan. Fotos: Belmond
El Cadogan es el punto de partida ideal, no solo para visitar el Chelsea literario de los escritores que encontraron a sus musas en estas calles. Si eres un amante del arte puedes explorar Gladwell & Patterson, la galería de arte más antigua de Londres, que data de 1752 o la moderna Galería Saatchi, con una impresionante colección de arte contemporáneo.
Comprar libros sobre artistas en la elegante librería Taschen, situada en Duke of York Square. Y, si lo que buscas son las obras de los novelistas de Chelsea, deberías visitar John Sandoe Books en Blacklands Terrace, que cuenta en sus estantes con unos 28.000 títulos.
Otro de los atractivos del barrio es el Chelsea Physic Garden que, inaugurado en 1673, es el jardín botánico más antiguo de Londres. Un espacio que cautiva los sentidos y donde se pueden descubrir un total de 5.000 plantas de uso medicinal, culinario y comestibles procedentes de diferentes países, como el cacao o el café, que se encuentran en sus históricos invernaderos de cristal.
El lujoso barrio de Knightsbridge se encuentra a pocos pasos del hotel y representa toda una tentación para una tarde de shopping por algunas de las tiendas más emblemáticas de la ciudad, incluidos los míticos almacenes Harrod’s.
Decía Oscar Wilde que “Con libertad, libros, flores y la luna… ¿quién no podría ser feliz?” Descubrir Chelsea es todo eso y mucho más y, seguramente por ello, fue en este barrio de Londres donde el escritor encontró la inspiración y escribió algunas de sus obras más célebres.