Nay Palad: Lujo romántico y sostenible en Filipinas
Hay más de 7.000 islas en el archipiélago de Filipinas pero, entre todas ellas, destaca una con forma de lágrima llamada Siargao. Descubierta en el siglo XVI por el navegante español Bernardo de la Torre, se encuentra en el Pacífico, a pocos kilómetros de una de las fosas marinas más profundas del mundo y es conocida por la famosa ola que rompe en un arrecife de coral y que los amantes del surf denominan Cloud 9.
Esta ola atrae a los mejores surfistas de todo el mundo y los no surfistas pueden disfrutar igualmente de este espectáculo de olas desde una torre de vigilancia de madera de varios pisos situada estratégicamente en la playa.
Pequeños e idílicos pueblos de pescadores y una comunidad internacional de surfistas y expatriados conforman la tranquila vida isleña en Siargao, que transcurre en armonía y equilibrio con la naturaleza. Siargao representa lo mejor del llamado “lujo descalzo”.
Playas vírgenes, fauna exótica, arrecifes de coral, piscinas naturales aisladas, fascinantes fondos submarinos en los que bucear, una gastronomía basada en el exquisito marisco de la zona y cualquier fantasía tropical que se te ocurra.
Nay Palad Hideaway, un romántico resort sostenible de solo 9 villas, es el sueño hecho realidad del exfutbolista alemán Bobby Dekeyser, que fundó Dedon, una compañía especializada en el diseño de mobiliario exterior exclusivo, elaborado con materiales innovadores. En 2012 creó Dedon Island (ahora Nay Palad) como un resort que es el mejor escenario en el que exhibir, probar y mostrar sus lujosas piezas de mobiliario de estilo orgánico natural.
Nay Palad se encuentra entre los antiguos bosques de manglares y la arena blanca de la playa. Con fácil acceso a la selva tropical, las cuevas subterráneas, las playas vírgenes, la pesca en aguas profundas y la legendaria Cloud 9, Nay Palad Hideaway te permite vivir cada día una exclusiva experiencia de hospitalidad, libertad y belleza, siguiendo tu propio ritmo y el de la naturaleza.
Una excursión en kayak a través de antiguos manglares o recorrer la isla en un lujoso yipni, los típicos coches coloridos de Filipinas, son dos de las mejores maneras de descubrir la riqueza natural y los habitantes de Siargao. Una divertida propuesta es pasar un día saltando de isla en isla. Puedes empezar por tomarte cóctel bajo una sombrilla en la pequeña isla desierta de Pansukian, bucear o practicar surf en Daku y comer en la playa y acabar viendo el atardecer desde la isla de Guyam.
Para Nay Palad, que en tagalo significa “mano de la madre”, el compromiso con la sostenibilidad y la comunidad filipina es muy importante. En el resort, el agua se calienta con energía solar, el compost de los jardines procede del reciclaje de los residuos orgánicos de las cocinas, los productos se obtienen localmente o se cultivan en su propia granja y existen ya diferentes iniciativas para reducir el uso de materiales plásticos.
A través de la fundación de Bobby Dekeyser, se creó en 2009 un interesante proyecto colaborativo en la aldea sostenible de Compostela, en la isla de Cebú. Esta aldea fue construida específicamente para albergar a unas 500 familias que malvivían en un vertedero.
También coordinan proyectos dirigidos a las madres de Compostela, como la organización de talleres y clases para ayudar a las mujeres a aprender un oficio artesano y emprender el camino hacia un medio de vida independiente.