Cien años de safaris en Kenia
Cuando África era aún un continente en manos del colonialismo europeo, Charles Cottar decidió cambiar su Oklahoma natal por el este de África donde se trasladó con su familia en 1912. Siete años después fue pionero en la creación de la entonces inexistente industria del turismo de naturaleza, fundando junto con sus hijos Mike, Bud y Ted, la compañía de safaris “Cottar’s Safari Services”. La empresa, que importaba los coches de Estados Unidos y los adaptaba para utilizarlos como vehículos de safaris, ofrecía por aquel entonces safaris de caza mayor y cinematográficos.
La empresa de Charles dio, por ejemplo, apoyo logístico a principios de los años 20 a los exploradores y creadores de documentales de naturaleza, Martin y Osa Johnson. En 1924 también trabajaron como guías de los entonces Duques de York, el futuro rey Jorge VI y su mujer Elizabeth, durante su viaje a Kenia.
La familia era conocida entre la administración británica por ser algo rebelde y antisistema, prefiriendo pasar largas temporadas con las tribus locales en la África más salvaje. Así, los Cottar fueron los primeros en llegar a zona inexploradas como Lake Paradise y de los primeros en obtener imágenes de la vida salvaje de aquellos territorios. En esta familia, era normal tener leones, leopardos, perros salvajes y chimpancés como mascotas familiares.
Charles Cottar sobrevivió a los ataques de elefantes, búfalos y tres leopardos en su vida, pero finalmente sucumbió en 1939, a los 66 años, a una carga mortal de rinocerontes en la región de Mara.
El negocio continuó en manos de sus hijos y nietos. A principios de los años 60 fundaron el primer campamento solo para safaris fotográficos en el Parque Nacional Tsavo. El Mara Camp en el Masai Mara en los años setenta, Kimana Camp y Bushtops en los años ochenta.
En la actualidad, es su bisnieto Calvin, junto con su esposa Louise quienes continúan gestionando y representando el legado de safaris de la familia Cottar un siglo después.
El lujo vintage de un campamento clásico
Ubicado en el límite de la Reserva Nacional de Masai Mara, y a solo un kilómetro del Parque Nacional del Serengeti, el reconocido Cottar’s 1920 Safari Camp está intrínsecamente vinculado a la comunidad y a su entorno natural. No solo brinda a los viajeros experiencias de safari exclusivas y personalizadas, sino que también contribuye de forma significativa a la conservación de la vida salvaje y del ecosistema de Kenia, protegiéndolo de los cazadores furtivos y apoyando a la comunidad local.
Además del campamento de safari, la exclusiva Cottar's Bush Villa, fue diseñada por Calvin y Louise Cottar y construida a mano con materiales de construcción autóctonos y ecológicos. Situada en un extremo del campamento, sus impresionantes vistas a las llanuras de la sabana no dejan indiferente a nadie.
Alojarse en una de las diez tiendas de este campamento de lujo es hacer un viaje en el tiempo a la esencia de los safaris y a la época dorada de los grandes viajes a África de principios del s.XX, que la escritora danesa Karen Blixen relató de forma magistral en su célebre novela autobiográfica “Memorias de África”.
Todo el interiorismo respira ese lujo vintage caracterizado por las tiendas de lona de color crema, muebles de estilo colonial y tapicerías artesanas.
Compromiso con la sostenibilidad y la comunidad local
El 95% de los desechos inorgánicos del campamento se reciclan y muchos de los ingredientes utilizados en los platos que se cocinan proceden directamente del huerto orgánico del campamento. Se anima a los huéspedes a realizar caminatas por el monte en lugar de paseos en vehículos, lo que reduce el consumo de combustible, además de ofrecer la experiencia única de interactuar con la vida salvaje de cerca.
Cottar's también ha sido pionero en asociarse con la comunidad Masai para administrar sus tierras en su nombre, proporcionándoles ingresos por el arrendamiento de las mismas y oportunidades de empleo. El 45% del personal del campamento son miembros de la comunidad local.
- En la "escuela de guerreros", los Masai enseñan a adultos y niños el arte de disparar con arco y flechas —
- La comunidad local está muy integrada en el día a día del campamento —
- Una experiencia única consiste en caminar por la sabana acompañado por los masai —
- La mayoría de hortalizas y frutas proceden del huerto orgánico del propio campamento. Fotos: Cottar's 1920 Safari Camp
El campamento ofrece diferentes experiencias para acercar a sus huéspedes al estilo y tradiciones de los Masai que incluyen, entre otras actividades, visitas a las aldeas y mercados tradicionales o conocer la denominada escuela de guerreros donde se puede aprender a hacer fuego con unos palos o a disparar sus propios arcos y flechas.
Otras experiencias incluyen participar en el programa de rehabilitación de buitres (siete de las 11 especies de buitres de África están en peligro, y el 90% de las muertes de buitres reportadas en África se deben al envenenamiento) o pasear junto a la única unidad de guardabosques formada exclusivamente por mujeres en el Masai Mara, aprendiendo sobre las plantas medicinales de la zona, buscando y probando alimentos silvestres o participando en labores de reforestación a base de semillas.