Madeira, la isla de la eterna primavera
Cuando piensas en una isla, Madeira probablemente no es el primer nombre que te viene a la cabeza. En esta isla de origen volcánico, la vegetación verde, los acantilados escarpados, su perfil montañoso, los bosques de laurisilva y sus inmensos jardines junto al océano, nos sorprenden en una especie de collage paisajístico en el que la naturaleza es la auténtica protagonista.
Aunque se cree que los romanos ya llegaron en su momento a Madeira, la isla fue colonizada por los portugueses en el s.XV, considerándola un importante punto estratégico en el Átlántico. Hasta el siglo XVII, el cultivo de la caña de azúcar fue el principal motor económico de la isla y, a partir de esa fecha, lo sería el del vino hasta el inicio de la llegada del turismo a finales del s.XIX.
Los frondosos bosques de laurisilva, formados principalmente por laureles, sauces, hayas y helechos, son una zona protegida declarada Patrimonio de la Humanidad desde 1999.
Se concentran principalmente en la zona norte, entre una altitud de 300 y 1.400 metros y ocupan en la actualidad un 20% de Madeira.
Madeira hay que descubrirla y sentirla por mar y a pie. En la isla existen numerosos canales de irrigación denominados levadas que llevan el agua de la parte norte de la isla a la parte sur. Existen unos 2.200 kilómetros de levadas, que forman una red de senderos que permiten realizar diferentes rutas de senderismo aptas para todos los niveles y desde donde disfrutar, por ejemplo, del mejor amanecer desde el Pico do Arieiro, a 1.818 metros de altura.
Desde el mar, es obligada una excursión en barco a las “Islas Desertas”, tres islotes rocosos donde los únicos habitantes son las focas monjes y las aves marinas, entre otras especies. Allí es imprescindible un baño en sus aguas cristalinas y, de regreso, es posible avistar delfines y ballenas.
Los "Carreiros do Monte" es una tradición que se inició en el s.XVIII para transportar mercancías desde el Santuario de Monte hasta la ciudad de Funchal en unos cestos de madera y mimbre. A partir de 1850, con la introducción del turismo en la isla, estos carreiros empezaron a transportar personas también.
Se accede al santuario en funicular y se puede bajar en estas cestas de mimbres en un recorrido de unos dos kilómetros y donde se pueden alcanzar 40 kilómetros por hora en una carretera de curvas.
Un hotel con historia
Y si hay un hotel emblemático y con historia en la isla, este es el Reid’s Palace en Funchal. Este hotel de lujo fue mandado construir por William Reid, un escocés que, a finales del s.XIX, abandonó los fríos acantilados escoceses y se instaló en Madeira, donde creó un exitoso negocio basado en el comercio del vino. Se iniciaba la época de los grandes transatlánticos que transportaban a los británicos que viajaban hacia África y Reid vio ahí la oportunidad de construir un gran hotel en el que pudieran hacer unos días de escala.
Aunque él no vivió para ver terminado su hotel, sus hijos recibieron a los primeros huéspedes en 1891. Situado en lo alto de un promontorio rocoso, con unas espectaculares vistas sobre el océano Atlántico y sobre la isla, hasta 1964 (año en el que se construyó el aeropuerto de Madeira) solo se podía acceder a la isla por mar. Los viajeros que llegaban para alojarse en el Reid’s Palace eran transportados en lujosas hamacas desde el puerto hasta lo alto del acantilado donde se encuentra el hotel.
Alojarte en el Reid’s Palace te transporta a esa época dorada de los grandes hoteles donde cada detalle cuenta. Con un interiorismo de estilo clásico británico en el que predomina el blanco, el gris y los azules, el Reid’s Palace es el punto de partida ideal para conocer lo mejor de Madeira con estilo y mucho glamour.
Desde disfrutar de un picnic en su enorme jardín botánico, en el que se encuentran especies de árboles procedentes de Brasil, Australia, China, Corea o Japón, hasta saborear un perfecto té de media tarde a la inglesa, con impresionantes vistas al Atlántico.
Y, antes de la cena, ¿por qué no un paseo en un coche clásico hasta Ponta do Sol?. Uno de los mejores lugares de la isla desde donde ver la puesta de sol.
- Un picnic en el jardín botánico del hotel donde contemplar una gran cantidad de árboles y arbustos procedentes de todo el mundo. Foto: Belmond —
- La casa de Santana es la casa tradicional de Madeira. Con forma de V invertida y tejado de paja, en la planta superior se conservaban las semillas y cereales y en la parte inferior, el ganado. Foto: Daniela Turcanu —
- El té de las 5 de la tarde es toda una tradición que se mantiene en el Reid's Palace. Foto: Belmond —
- Recorriendo las sinuosas carreteras de la isla en un coche clásico a la búsqueda de la puesta de sol. Foto: Belmond
A mediados del siglo XVI, William Shakespeare ya citó en su obra “Ricardo III” la notoriedad de la Malvasía de Madeira, explicando en su obra que el Duque de Clarence, había elegido morir ahogado dentro de un barril de este vino.
La vid en Madeira se cultiva en pequeños recintos de tierra conocidos como "poios", que se apoyan en paredes de tierra "terraços" en las laderas de las montañas, muchas veces de difícil acceso.
El suelo y el clima únicos de la isla de Madeira, al igual que el proceso de producción y el tipo de uva cultivada, contribuyen a la creación de un vino único en el mundo.
Existen más de treinta variedades de vino de Madeira, donde las más nobles son la Sercial, Boal, Verdelho y Malvasia.
Madeira es una isla que puede visitarse durante todos los meses del año gracias a su clima oceánico con temperaturas suaves. Cada época del año tiene su especial atractivo. En Navidad y Nochevieja, por ejemplo, la ciudad de Funchal se decora con cientos de luces de colores y son célebres los fuegos artificiales que iluminan la isla durante la noche de Fin de Año y que se encuentran entre los mayores espectáculos pirotécnicos del mundo.
Esta tradición se mantiene desde el siglo XVIII cuando se hacían hogueras en la ciudad para celebrar la noche de San Silvestre y, más tarde, los ingleses residentes en la isla introdujeron los cohetes de artificio para celebrar el año nuevo.