Royal Scotsman: Viaje por Escocia a bordo de un tren de lujo
Los antiguos pobladores de Escocia creían que Cailleach Béirre, la diosa celta conocida como “la reina del invierno” fue la encargada de crear las colinas y paisajes montañosos característicos de esta región. Unos pensaban que de forma accidental, tropezando con la tierra y creando grandes surcos mientras que otros aseguraban que lo hizo de forma completamente intencionada, esculpiéndolos con su martillo para crear escalones por los que poder moverse a su antojo.
Lo cierto es que, el romántico paisaje de las “Highlands” o Tierras Altas de Escocia, no deja indiferente a nadie. Su naturaleza verde, abrupta y misteriosa, está caracterizada por acantilados, páramos salpicados de brezo, montañas, castillos en ruinas, cottages con tejados de paja, vacas pelirrojas y lagos encantados que han convertido esta región en inspiración de artistas y escritores y en el escenario de películas tan míticas como “Los Inmortales”. “Braveheart”, “Harry Potter” o la serie “Outlander”, entre otras.
Robert Burns, el poeta escocés más célebre, nacido en Edimburgo en 1721 decía en un poema: “Por dondequiera que deambule, siempre amaré las colinas de las Tierras Altas”. Podemos recorrer y disfrutar de Escocia de muchas maneras pero quizás, una de las que se ajusta más al propio ritmo del paisaje y de la vida de los escoceses, es hacerlo en tren, pero no en cualquier tren.
A bordo del Belmond Royal Scotsman, un tren de lujo con vagones decorados al más puro estilo eduardiano, se consigue recrear la exclusiva atmósfera de una cálida y confortable casa de campo escocesa de cinco estrellas. Viajando en el Royal Scotsman podemos descubrir lo mejor de Escocia en recorridos de 2 hasta 7 noches (entre abril y octubre) por los paisajes más bellos de esta región. Desde rutas por las Tierras Altas a la ruta del whisky de malta, conociendo algunas de las mejores destilerías del país o la ruta de los clanes y castillos escoceses.
Este tren de lujo está formado por 9 vagones revestidos de caoba que transportan un máximo de 36 pasajeros y que crean un auténtico palacio sobre ruedas. Vagones convertidos en elegantes salones o suites, un vagón abierto de observación, situado en la parte trasera, desde donde contemplar las vistas panorámicas que nos regala este viaje e incluso un Spa Car, que ofrece tratamientos holísticos realizados con productos orgánicos de la prestigiosa marca Bamford, y con un Spa hecho de madera sostenible de Escocia y los Cotswolds.
Todas las rutas parten de la ciudad de Edimburgo pero, durante el recorrido, se van realizando paradas para visitar castillos, jardines, mansiones, lugares de interés histórico y destilerías. Se ofrece también la opción de disfrutar de actividades como la pesca, el tiro al plato, el golf, paseos por el bosque, paseos en barco y catas de whisky, entre otros.
Ruta por el esplendor clásico de Escocia
Una de nuestras rutas favoritas a bordo del Royal Scotsman es la que recorre, durante 4 noches, algunos de los paisajes más bellos y emblemáticos de la región. Partiendo de Waverley Station, en Edimburgo, el tren se dirige hacia el norte atravesando el conocido Forth Railway Bridge, considerado uno de los grandes avances ferroviarios de la era victoriana.
El tren sigue avanzando por la costa este y atravesando ciudades como Arbroath, Montrose o Aberdeeen hasta llegar a Keith. Al día siguiente, recorre una de las rutas escénicas más bonitas de toda Gran Bretaña en dirección a Kyle of Lochalsh y hacia la mítica Isla de Skye. Allí podremos observar colonias de focas y de frailecillos y espectaculares castillos como el Eilean Donan Castle.
Habrá tiempo para visitar una antigua destilería de whisky de principios del s.XIX antes de partir hacia Inverness, donde es obligada la visita al castillo Ballindalloch, conocido como la “Perla del Norte” y que incluye entre sus tesoros una colección de pintura española del s.XVII.
- La vaca de las tierras altas es una raza autóctona de esa zona de Escocia, caracterizada por su largo pelaje de color pelirrojo. Foto: Eric Welch —
- Eilean Donan Castle es una fortaleza del s.XIII, situada sobre una isla, que ha sido el escenario de numerosos rodajes de célebres películas como "Los Inmortales" en 1986. Foto: Diliff —
- Como la mayoría de castillos escoceses, Ballindaloch Castle tiene su propio fantasma conocido como "The Green Lady" —
- Las colonias de frailecillos pueden verse en un simple paseo en barca alrededor de la Isla de Skye. Foto: Bryan Walker
Otro de los puntos emblemáticos de esta ruta es la visita al Parque Nacional de Cairngorms, que cuenta con uno de los bosques más importantes del mundo de pino de Caledonia, una especie de árbol que, en la antigüedad, cubría gran parte de Escocia.
Antes de regresar a Edimburgo, vía Dundee, descubriremos las leyendas e historias dignas de una novela que esconde Glamis Castle, un castillo de cuento de hadas, perfectamente conservado, que fue el hogar de infancia y juventud de la Reina Madre de Inglaterra.
Uno de los sellos de identidad de Escocia son los denomiandos “Clanes”. Un clan escocés es un grupo social estructurado por parentesco. Los clanes proporcionan un sentimiento de identidad común por ascendencia a sus miembros, y hoy en día tienen una estructura oficial.
Cada uno de ellos posee su propio escudo de armas y la mayoría de los clanes cuentan con patrones y diseños propios dela célebre tela escocesa de cuadros conocida como tartán, con la que se confeccionan los famosos kilts y otras prendas.
La imagen moderna de los clanes, cada uno con su tartán y territorios específicos, fue promovida por el autor escocés de principios sel s.XIX, Sir Walter Scott, a quién se le considera el padre de la novela histórica