Vivir como reyes en el Palacio de Versalles
Imagina despertarte en el Palacio de Versalles con un mayordomo vestido de época llamando a la puerta de tu habitación empezando el día con una experiencia inolvidable: “Le Lever de la Reine”. Visitar y pasear por el Domaine de Trianon, disfrutar de un masaje o tratamiento de belleza en el Spa Valmont y recuperar fuerzas con una degustación de dulces macarons.
Tras el almuerzo, podrás elegir entre una serie de magníficos vestidos de época y te peinarán y maquillarán al más puro estilo María Antonieta, con el look ideal para degustar el té de la tarde en uno de los salones privados del palacio. Después, aprenderás a elaborar un agua de infusión de rosas de los jardines de Versalles, como la que utilizaba la propia reina para mantener su piel hidratada y suave. Tentador... ¿verdad?
Maria Antonieta fue quizás el personaje más célebre de la Corte de Versalles. Se casó con el delfín y futuro rey Luis XVI e 1770 y fue reina de Francia desde 1774 hasta que la guillotina acabó con todo el glamour, despotismo y despilfarro de la nobleza francesa en 1789.
María Antonieta, Reina de Francia
Durante su reinado, la propia corte francesa no la veía con buenos ojos a causa de su origen austríaco y se le acusó reiteradamente de despilfarrar dinero en caprichos como la construcción de su propia aldea dentro del terreno de palacio para descubrir como era la vida campestre. A los nobles tampoco les gustaba la influencia que ejercía sobre las decisiones políticas de su marido. Aquello de que una mujer pensara y tomase decisiones no estaba bien visto. Lo cierto es que, hasta la Revolución Francesa, en Versalles se vivía una frívola realidad paralela muy alejada de la miseria y problemas en los que estaban sumidos el resto del pueblo francés.
El Palacio de Versalles comenzó como un modesto pabellón de caza construido por Luis XIII en 1623, pero bajo la propiedad de Luis XIV, Versalles se convirtió en un magnífico palacio conocido en todo el mundo. A lo largo de más de 100 años, y durante las numerosas sucesiones al trono, el edificio fue embellecido y ampliado para acoger a la corte de Luis XIV, Luis XV y Luis XVI.
Situado a las puertas de Versalles, Le Grand Contrôle fue construido en 1681 por Jules Hardouin-Mansart, el arquitecto favorito de Luis XIV y un icono del clasicismo francés. Este grandioso edificio acogió en su día a la élite política y cultural europea, desde embajadores y artistas hasta músicos, escritores y científicos de la Ilustración.
Ahora, más de dos siglos después, Le Grand Contrôle ha sido completamente restaurado y ofrece a sus huéspedes una visión exclusiva del interior y los secretos del que fue en su día el palacio real más admirado del mundo.
Este exclusivo hotel cuenta con 14 habitaciones y suites con un interiorismo, mobiliario y accesorios de época que te trasladan al pasado de lujo y de suntuosidad real que se vivía entre sus paredes en el s.XVIII, pero con el confort y las comodidades del s.XXI. La sostenibilidad también es uno de los valores de este hotel, que utiliza la energía geotérmica para calentar el edificio, luces Led en las antiguas lámparas de araña y los ingredientes del restaurante proceden de productores locales de la zona.
El gran festín de Alain Ducasse
En este sentido, la experiencia gastronómica, a cargo de Alain Ducasse no te va a dejar indiferente. El reconocido chef francés ha elaborado una serie de experiencias gastronómicas como “El Festín”, un exclusivo menú que mezcla tradición y modernidad, compuesto por dos, tres o cinco platos y que está inspirado en los festines de época de los reyes, donde el almuerzo rivalizaba con la cena en cuanto a la cantidad de comida que se ofrecía.
- El reconocido chef Alain Ducasse, con 22 estrellas Michelin a sus espaldas, pone el sello gastronómico a la alta cocina del hotel. —
- El comedor sispone de salones y zonas privadas para disfrutar de una cena íntima. —
- La hora del te acompañada de dulces delicias era una de las rutinas preferidas de la reina Maria Antonieta. —
- Fotos: Hotel Le Grand Contrôle.
Para los amantes de la jardinería, descubrir los jardines de Versalles y el trabajo del antiguo jardinero jefe de la realeza, André Le Nôtre, es una experiencia que no hay que perderse. Empezar con una visita exclusiva a los jardines para abrir el apetito, seguida de un lujoso picnic, preparado por tu mayordomo en los jardines del Gran Canal. Tras el almuerzo, podrás realizar una visita guiada al huerto del hotel junto al jefe de cocina y recoger tus propios productos de temporada para cocinarlos más tarde guiados por el equipo de cocina. La recompensa: degustar todos aquellos platos durante tu propio "Festín Ducasse".
Versalles, solo para tus ojos
Pero, sin duda, la mejor experiencia de alojarse en Le Grand Contrôle es poder pasear por el Palacio y sus jardines cuando éstos han cerrado al público. Descubrir, a primera hora de la mañana, tras los pasos de Maria Antonieta, su querido Trianon y los jardines de estilo inglés antes de que abran al público y, al atardecer, perderse por las estancias privadas del Palacio y extasiarse contemplando la majestuosidad única del Salón de los Espejos.